Ruanda

Ruanda está creciendo rápidamente y lo ha venido haciendo durante un largo período, lo que ha permitido al país pasar de un nivel de renta baja a un nivel de renta media-baja. Esto significa que la pobreza se ha reducido y que el número de personas vulnerables a las adversidades climáticas o a las caídas de los precios de los alimentos también ha disminuido. La mayor diversificación de las exportaciones también es un activo y el crecimiento de las exportaciones es una fuerza estabilizadora que ayuda a financiar las importaciones de bienes de capital de una manera más sostenible. 

El país ha mostrado una dinámica de alto crecimiento durante la última década, con algunos ciclos de auge y declive, pero nunca con una desaceleración importante (la cifra más baja fue del +4,7% en 2013). El crecimiento se ha recuperado notablemente desde este bajo nivel, pero no ha sido inmune a algunos desequilibrios producidos en el pasado. La reciente aceleración del crecimiento (+6,1% en 2017 y +7,7% en 2018) es más sostenible de ese modo, ya que está impulsada en parte por el aumento de las exportaciones y por unos déficits más contenidos (el déficit por cuenta corriente fue del -9% del PIB en 2018, en comparación con el -15,8% del PIB registrado en 2016).

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