Suecia

Durante la última década, el crecimiento económico de Suecia fue uno de los más altos de Europa Occidental. En los últimos tres años, la economía sueca ha liderado sistemáticamente el ranking de países nórdicos, gracias a la fuerte demanda interna. La llegada masiva de migrantes desempeñó un papel crucial, ya que impulsó el gasto del gobierno y estimuló aún más el consumo y la creación de empleo. 

No obstante, la economía sueca se normalizará, ya que los crecimientos de los consumidores y del gasto público se están desacelerando. EH prevé que el crecimiento del PIB se ralentice al +2,2% en 2017 y al +2,1% en 2018. Este porcentaje es muy inferior a la media del +3,2% del período 2014-16. Sin embargo, la demanda interna seguirá siendo dinámica. Debería producirse una expansión del consumo privado del +1,8% en 2017 y del +2,2% en 2018. El crecimiento total de la inversión se espera que alcance un récord del +6% en 2017 impulsado por un auge de la construcción y la fuerte demanda de vivienda. 

Las exportaciones serán el principal motor del crecimiento del PIB en los próximos dos años, ya que el comercio mundial finalmente mejorará (+3,8% en volumen después del +2,0% de 2016, el más bajo desde 2009). La solidez del comercio dentro de las fronteras de la UE es otra fuente de optimismo. Las exportaciones netas deberían contribuir positivamente al crecimiento, mientras que el ritmo más lento de la demanda interna podría incidir en las importaciones.

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