Taiwán
El pronóstico a corto plazo se ve empañado por factores cíclicos adversos. Las quiebras de empresas se dispararon un +23% en 2015, el crecimiento del PIB se desaceleró rápidamente en 2015 (+0,7% desde +3,9), debido a una disminución de las exportaciones y la producción industrial. Mirando hacia el futuro, son pocos los indicios que hagan presagiar un repunte significativo. Las externalidades negativas seguirán ensombreciendo el panorama. En China, se espera que continúe el reequilibrio desequilibrado y que el crecimiento del PIB se reduzca al +6,5% en 2016. En la Eurozona, el crecimiento de la demanda puede acelerarse, pero a un ritmo lento. En EE. UU., el firme consumo privado sostendrá la economía, pero no se traducirá en un mayor crecimiento de las importaciones.
En tal contexto, la economía de Taiwán tendrá que depender más de su demanda interna. Unas mejores condiciones de crédito y un mayor apoyo fiscal ayudarán a mantener el consumo doméstico en territorio positivo. Sin embargo, el ritmo del progreso será gradual y no suficiente para impulsar el crecimiento global, devolviéndolo a los niveles anteriores (+4% de crecimiento medio entre 2004 y 2014). El PIB crecerá a un ritmo limitado del +1,5% y las insolvencias aumentarán un +17%.
…