Uganda

El país registró una tasa de crecimiento media del +7,6% durante el período 2000-2010. Sin embargo, experimentó una pérdida de impulso, con una caída media al +4,2% entre 2011 y 2016. Esta moderación (especialmente en 2016) se puede atribuir a unas condiciones climáticas desfavorables (sequía), pero también a una contracción del crédito, como consecuencia del aumento de los créditos morosos en los balances de los bancos nacionales. Tras el crecimiento del +2,3% en 2016, EH espera que la actividad económica de Uganda se expanda a un ritmo más rápido del +4% y el +4,5% en 2017 y 2018, respectivamente, respaldado por las inversiones en infraestructuras y el sector petrolero. 

La inflación fue bastante estable en 2016, en torno al 5,5%, a pesar del aumento de los precios de los alimentos, a causa de la sequía. Esto último desencadenó movimientos migratorios masivos desde Sudán del Sur a Uganda, que ahora alberga a más de un millón de refugiados. El marco de objetivos de inflación implementado desde 2011 por el banco central nacional debería permitir un mejor control de las presiones inflacionarias en caso de producirse una depreciación de la moneda o mayores alzas en los precios de los alimentos.

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